Ya es oficial: el Volvo EX30 es un éxito. Las primeras unidades entregadas desde principios de año han contribuido decisivamente al récord de ventas de la compañía sueca este primer trimestre. Y no solo eso, pues además de ser finalista a Coche del Año en Europa, ha recibido numerosos premios, el más reciente el prestigioso Red Dot a Mejor Diseño de Coche.
Lo cierto es que el Volvo EX30 ha dejado descolocado a muchos, incluido los fans consolidados de la marca. Sus reducidas dimensiones, sus características exclusivas y su competitivo precio lo meten de lleno en un territorio nuevo y casi inexplorado para Volvo. Todo ello responde al deseo de Volvo de dirigirse a un nuevo tipo de público al que le da una especial relevancia. Veamos cuáles son los motivos.
Cómo transformarse de pionero de la seguridad a vanguardia de la movilidad eléctrica
A lo largo del siglo XX, Volvo se consolidó como fabricante pionero en seguridad y como sinónimo de coche seguro y robusto, muy apreciado por las familias que se preocupaban por el bienestar de todos sus ocupantes. Con su entrada en el mercado de EEUU, Volvo se convirtió además en símbolo de estatus y prestigio para los norteamericanos, gracias a su inconfundible estilo europeo.
Con la entrada en el siglo XXI, Volvo gira su mirada a la que considera la última frontera en la seguridad de sus ocupantes: el medioambiente. Cree además que tiene el deber moral de responder a un público cada vez más concienciado y comprometido con la ecología y la sostenibilidad, y que ya busca nuevas formas de desplazarse.
Fruto de ello, se compromete a lanzar solo nuevos modelos eléctricos a partir de 2020, y a fabricarlos en exclusiva en 2030 (este mes salía de planta la última unidad diésel). Pero es consciente de que la última palabra la tiene el consumidor, un nuevo tipo de usuario destinado a decidir cómo va a ser la movilidad en las próximas décadas. Y lejos de esperar a normativas y tendencias de mercado, Volvo quiere darles ya lo que buscan.
Un nuevo tipo de público más urbano, concienciado y exigente
Actualmente, la batalla por la movilidad sostenible se encuentra en el centro de las grandes ciudades. Se trata de un escenario que, si bien no es ajeno a Volvo, sí es diferente de donde han destacado tradicionalmente sus vehículos (la carretera y las zonas residenciales). La ciudad cuenta con sus propias reglas de juego, y no solo de forma literal por las medidas medioambientales, sino por el tipo de conductor que predomina en sus calles.
Volvo sabe que este perfil de conductor pertenece a una nueva generación de jóvenes urbanos que viven y trabajan en gran medida en la ciudad y apenas se aventuran más allá de sus límites si no es para viajar. Jóvenes que se mueven habitualmente en transporte público, pero quieren un coche que se adapte a su estilo de vida y sus nuevas necesidades de persona adulta. Sí, porque también ellos forman familias, pero con menos hijos e incluso con un solo progenitor.
Volvo quiere dirigirse a la punta de lanza de esta nueva generación, la que está llamada a acelerar la transición hacia el coche eléctrico. Un grupo compuesto por pioneros de la movilidad y vigilantes de las nuevas tendencias, que se preocupan por el medioambiente y se inspiran en la naturaleza como destino aspiracional. Pero un público que igualmente tiene asumida la tecnología en su día a día y buscan en ella la solución a sus problemas y preocupaciones.
Volvo EX30, el nuevo automóvil para el nuevo conductor
Volvo sabía que un modelo dirigido a este nuevo público debía ser totalmente diferente, siendo a la vez coherente con su filosofía y estilo. El resultado ha sido el nuevo Volvo EX30, un modelo que conserva todo el ADN de la firma sueca, pero que se sale del molde y rompe todos los tópicos que se asociaban a ella.
Dimensiones ajustadas al entorno urbano
El SUV sigue siendo la categoría reina en automoción, también entre las nuevas generaciones, que valoran su practicidad y confort. Y aún así, los subcompactos siguen estando entre los más vendidos porque se ajustan mejor a las necesidades de un público eminentemente urbano. Fruto de ello es el auge del segmento B-SUV, actualmente muy competido por todas las marcas, incluidas las más premium.
El Volvo EX30 es el primer modelo de la firma sueca no sólo en la categoría B-SUV, sino también el primero que entra en los estándares de los subcompactos. En concreto mide 4,23 metros de largo y 1,83 metros de ancho.
Esto hace del Volvo EX30 un vehículo ágil y dinámico entre el tráfico y a la hora de aparcar, por su facilidad de maniobra y de encajar en los huecos más pequeños. Un punto a favor para el público más jóven que, acostumbrado al transporte público, no están dispuestos a dar vueltas buscando aparcamiento ni a meter el coche en los sitios más apretados.
Diseño inteligente y de vanguardia
No hay duda de que estamos en la era del diseño nórdico, el minimalismo y el funcionalismo de Rams, y que podemos encontrar en un edificio de lujo o en el último gadget. El Volvo EX30 conserva las líneas de estilo escandinavo de sus hermanos, viéndose igual de elegante y lujoso, e incluso más vanguardista.
Ocurre algo similar con el interior, que se presenta limpio y minimalista. A pesar de sus dimensiones, no renuncia a la amplitud de espacios, tal como demanda este público para sus quehaceres diarios. Gracias a diversas soluciones de diseño inteligente, el EX30 optimiza su espacio interior y gana centímetros donde otros lo pierden.
Además, el Volvo EX30 cuenta con numerosos elementos inspirados en la naturaleza nórdica, como los temas ambientales, que responden a ese deseo aspiracional que tienen los jóvenes por la naturaleza más virgen.
Tecnología que responde a las necesidades reales
El Volvo EX30 también destaca en el equipamiento tecnológico, con el diseño práctico e intuitivo de los mejores gadgets. Muchos sistemas digitales son personalizables a los gustos de cada uno, tal y como están acostumbrados los nuevos usuarios, y las interfaces se adaptan de forma inteligente al uso que hacemos de ellas.
Los ADAS más avanzados tenían que ser imprescindibles en el Volvo EX30. La nueva generación de conductores se sienten cómodos con las nuevas tecnologías, también a la hora de confiar en ellas su propia seguridad. Están habituados a conceptos como la Inteligencia Artificial, el Big Data o el Machine Learning, por lo que saben apreciar el uso que hace Volvo de ellos para los nuevos sistemas predictivos de seguridad activa.
Pero si hay algo a lo que está acostumbrado esta nueva generación de conductores, es a usar el smartphone para prácticamente todo. Es la herramienta con la que monitorizan y controlan sus dispositivos del trabajo, del hogar e incluso de su propia salud. Por eso sabrán exprimir mejor que nadie las soluciones de conectividad del Volvo EX30, como la llave digital, el precalentamiento del habitáculo o la carga de la batería.
Sostenibilidad como filosofía y estilo de vida
Con hitos como Internet, el smartphone o las redes sociales, los nuevos conductores pertenecen a una generación más informada y concienciada con los problemas globales. Desean tratar de tú a tú con marcas verdaderamente sostenibles, que se muestren responsables en todas sus facetas, y comprometidas con sus inquietudes sociales y medioambientales.
En ese sentido, a este público no les basta con comprar la versión eléctrica de un coche de combustión. Desean un vehículo cuyo nombre sea icónico, sinónimo de un futuro sin emisiones, y del que puedan hacer gala, e incluso ostentación, por su carácter vanguardista y visionario.
El Volvo EX30 puede ser ese vehículo, no sólo por ser un automóvil nativo eléctrico y con muchos de sus componentes procedentes del reciclaje. La ausencia de cuero natural en sus interiores o las piezas plásticas sin pintar para favorecer su reciclaje, son elementos más gráficos de los que pueden hacer gala.
Pero el Volvo EX30 también se puede convertir para ellos en un símbolo de la sostenibilidad por los numerosos hitos que ha alcanzado en materia medioambiental: fabricarse en plantas 100% libre de carbono, reducir un 30% el consumo de acero y aluminio, ser un 25% más eficiente energéticamente… Y en definitiva, ser el Volvo más sostenible jamás fabricado. ¿Será suficientemente transgresor para los conductores del futuro?